sábado, 2 de noviembre de 2013

El mercurio utilizado en la Fiebre del Oro, aún sigue contaminando California

Hace más de un siglo, alrededor de 300.000 personas esperanzadas se apresuraron a California con el objetivo de hacerse ricos. De 1848 a 1855, en el apogeo de la fiebre del oro, los mineros atravesaron el país en pos de ese precioso mineral. Pero dejaron un legado detrás, el mercurio, que aún contamina suelos y cursos de agua en California.
Los mineros no sólo emplearon los típicos métodos tradicionales normalmente asociados con la fiebre del oro (lavado de arena en bateas, canales de sedimentación etc), sino que también utilizaron mangueras de agua de gran alcance para pulverizar a distancia laderas enteras(ver foto).
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El sedimento se hacia pasar por una especie de cajas con compuertas, en las que se añadía el mercurio para combinarse con el oro. Sin embargo, grandes cantidades de metales pesados fueron con los sedimentos aguas abajo. Este tipo de minería destructiva llenó valles con sedimentos contaminantes que causaron riadas toxicas en el Valle Central de California. En 1884, el gobierno federal cerró gran parte de explotaciones que utilizaban esta forma de extracción de oro.
Según una nueva investigación,  los restos de mercurio seguirán contaminando el medio ambiente por los próximos 10.000 años y con el tiempo pueden incluso llegar a  la Bahía de San Francisco. Debido a que el mercurio está en el agua y el suelo, se hace inevitable su presencia en los seres vivos.
A medida que el mercurio se va concentrando en organismos cada vez más grandes, se va abriendo camino para llegar a los platos humanos en forma de pescado, como el salmón y la lubina.








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